La vida está llena de estigmas y extraños fenómenos, especialmente cuando aparecen problemas relacionados al sagrado matrimonio.
Mientras que algunos tienen que esperar una década para casarse, otros pasan por matrimonios ruinosos, de escasa felicidad.
Muchos, habiendo contraído matrimonio a edad temprana, no pueden disfrutar de su pareja de toda la vida, ya sea por la falta de sexo, problemas psicológicos o defectos orgánicos.
Haciendo a un costado las causas médicas, la astrología puede precisar las causas de estas tragedias cotidianas; que arruinan la vida de la pareja, alejándola de los deseos y las pasiones.
Estas tragedias cotidianas, en un hombre, pueden representarse, por ejemplo, con la impotencia sexual. En cuanto a la mujer, la frigidez y las aprehensiones psicológicas tienen prevalencia.
En estos casos, Mercurio y Saturno son dos planetas importantes a considerar. Si éstos están, de alguna manera, conectados con el séptimo signo del zodíaco, Libra, en la séptima casa con ascendente en Venus y la luna, pueden causar impotencia en un hombre, de modo que la persona involucrada no podrá mantener erecciones por medios naturales.
En un caso como éste, la posición de Venus ya ha sido destacada. Venus dentro de una etapa en otro planeta resulta derrotado en las batallas planetarias y, por lo tanto, pierde su vitalidad. Como resultado, las vibraciones necesarias desaparecen.
Cuando Venus está consumido, una mujer puede perder buena parte de su poder; al menos que sea reavivado y bien protegido por la carta astral.
La octava casa también ofrece información vital al respecto. Si Júpiter y Saturno están conectados con la octava casa, estarán grandes y alargados. Asociados con los planetas de la pasión, se debería crear, sin dudas, vitalidad.
La combinación con Saturno en la octava casa es poco deseable para una vida sexual feliz y plena. Para los ascendentes de Capricornio y Acuario, Saturno en la primera casa, aceptado por Marte y Ketu, podría ser la causa del hielo y de la inactividad.
La octava casa, cayendo en Géminis o Virgo, y en Saturno. Mercurio en Piscis, al igual que la octava casa, puede causar impotencia.
Cuando el ascendente y la luna se encuentran bajo el signo de Tauro o Libra, las vibraciones sexuales en una persona descienden a cero, incapacitándola para la actividad sexual.
El planeta dominante de la séptima, situada en la sexta, con Marte y Mercurio dispuestos en la duodécima, produce incapacidad y aprehensión a la hora de aproximarse a la pareja para los juegos de dormitorio.
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