Aliarte a las maldiciones nunca será una buena idea. Siempre hay personas que enfocan todo su dolor en cambiar algo que no les gusta, centrándose en las personas que les causaron daño. Intenta que esto no sea así y comienza a pensar en mejorar tu percepción de las emociones.
No pienses en que hay algo y personas que te destrozaron la vida, ya que solo de ti depende que todo cambie de la manera correcta. Solo tú tendrás que saber manejar la situación para que no te supere. Piensa que el karma de las personas ya trabaja por si solo, ayudándote a que obtengas la mejor de las ayudas.
Maldecir no solo te creará mal a ti mismo/a sino que también causará malestar en las generaciones venideras que nazcan a partir de ti, haciendo que haya daños irreparables (si no te das cuenta) en tu propio curso familiar. ¡Imagina!
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